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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Personajes ilustres. El General Baldomero Espartero

General Baldomero
Espartero
   El 27 de febrero de 1793, nacía en Granátula de Calatrava, Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Alvarez de Toro, más conocido como el General Espartero. Su padre, Manuel Antonio Fernández-Espartero, que regentaba un taller de carretería, además de poseer algunas tierras de labranza, tuvo el empeño de que su hijo se encaminase a la vida eclesiástica. Ingresó en la Universidad de Almagro, donde se tituló como Bachiller en Arte y Filosofía, pocos días antes de que las universidades fuesen cerradas por órden de Carlos IV. Pero Baldomero no pudo llevar a cabo los designios de su padre, ya que la guerra contra Francia se cruzó en su destino. 
   Tras estallar la guerra el 2 de mayo de 1808, Espartero se alistó como voluntario. Cuando la Junta Central crea el llamado Ejército de La Mancha, es reclutado, al igual que otros muchos manchegos (unos 20.000 hombres) con el objeto de cortar el paso al ejército francés en su camino hacia Andalucía. Pertenecerá al Regimiento de Ciudad Real. Su primera acción bélica fue durante la Batalla de Ocaña, de funestos resultados para las tropas españolas. Más tarde pasó a formar parte del Batallón de Honor de la Universidad de Toledo, formado en exclusiva por  universitarios. Pero el empuje del ejército francés era imparable, por lo que tuvo que marchar a Cádiz, donde tras ingresar en la Academia de Ingenieros, obtuvo el grado de subteniente. Al no superar el segundo curso, fue adscrito al arma de infantería, con la que participa en varias acciones militares en la zona.
   Al encontrarse Cádiz sitiada por las tropas napoleónicas, Espartero fue testigo directo de las deliberaciones que dieron lugar a la Constitución de 1812, algo que marcó su pensamiento político para los años venideros.
   El fin de la guerra emplaza a Baldomero en Cataluña, adscrito al Regimiento de Infantería de Soria, con el que finalmente regresa a la capital. Tras la guerra, el futuro general, desea continuar con la carrera militar, por lo que se embarca en la fragata Carlota, rumbo a América, con la misión de anular los deseos de independencia de las colonias ultramarinas. Una vez en tierras americanas, fue integrado en el Regimiento Extremadura, con el que puso rumbo a Perú, con la intención de destituir al Virrey de Perú. Desde Chile avanzó el general José San Martín, por lo que las autoridades españolas decidieron reforzar las defensas de algunas ciudades peruanas, labor que le fue encomendada a Baldomero, por ser el único con conocimientos de ingeniería, lo que le valió conseguir varios ascensos. Tras varias acciones de guerra en las que siempre destacó Espartero, finalmente, en el año 1823, consigue éste el grado de brigadier, siéndole concedido el mando del Estado Mayor del ejército del Alto Perú.
Capitulación de Ayacucho.
   En 1824 fue enviado  de vuelta a España, en el momento en que el absolutismo recuperaba el poder  en el país. Durante su estancia en la Península, se produce la Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1825), en la que las tropas españolas son derrotadas, y que pone fin al colonialismo español en Suramérica, pero Espartero no tuvo conocimiento de la noticia hasta 1825, por encontrarse embarcado de regreso a Perú. Fue hecho prisionero por orden de Simón Bolívar, aunque fue puesto en  libertad y regresó a España. Curiosamente, en el futuro, a los seguidores de Espartero, se les conocería como ayacuchos, aunque ya hemos dicho que no participó en la batalla.
Regente María Cristina

   A su regreso a España, fue destinado a varios puestos burocráticos, que no fueron para nada de su agrado. Cuando fallece el infame Fernando VII, siguiendo sus convicciones constitucionalistas, toma partido por le heredera legítima de la corona Isabel II y de su madre, la regente María Cristina, contra las aspiraciones del hermano del rey Carlos María Isidro. Es nombrado comandante general de Vizcaya. Las acciones militares le llevaron a liberar Guernica del cerco de las tropas carlistas, con fuerzas manifiéstamente inferiores a los atacantes. Espartero es nombrado Mariscal de Campo y obtiene el mando sobre todas las provincias vascas.
 En 1835 se le ordena a Espartero que dirija sus tropas hacia Villafranca de Ordizia y se enfrente a las tropas carlistas del general Zumalacárregui. La victoria cayó, en ésta ocasión, del lado carlista, lo que además puso en bandeja de plata el pueblo de Durango, que era la puerta para el sitio de Bilbao.
Tras numerosas escaramuzas con las tropas carlistas, entre las que cabe destacar, el que consiguió levantar el cerco de Bilbao, Espartero es nombrado general en jefe del Ejército del Norte. Tras el nombramiento, reorganizó sus tropas para intentar subsanar los problemas de los que éste adolecía. Pero la falta de actividad bélica, también fue aprovechada por las tropas carlistas para reorganizarse y lanzar un nuevo asedio sobre Bilbao en 1836, con más y mejores fuerzas que la vez anterior. Encaminó Espartero sus fuerzas hacia la sitiada Bilbao, y por dos ocasiones fueron rechazados sus intentos de liberar la ciudad. Pero finalmente, y con inestimable ayuda de los cañones de la Armada, ataca la ciudad rompiendo en cerco y el 25 de diciembre entra en Bilbao por el puente Luchana. La notoriedad de Baldomero creció en gran manera, convirtiéndose en héroe nacional y adalid de los liberales. Le fue concedido el título de conde de Luchana.
 Tras avanzar hasta Pamplona, donde tomó el mando de un cuerpo de ejército, se encaminó en dirección a Madrid, con la intención de cortar el paso a las fuerzas carlistas que intentaban tomar la capital. Así fue como en la pequeña localidad alcarreña de Aranzueque, las tropas de Espartero dieron alcance a la que se llamó Expedición Real, derrotándolas y obligándolas a retirarse. Tras la derrota carlista, Espartero hizo lo posible para que la disensión creciese entre las tropas de Carlos María y así fue como consiguió negociar la paz con el general carlista Rafael Maroto, que fue rubricada a través del famoso "Abrazo de Vergara"(por haberse producido el hecho en el lugar de ese nombre cerca de Oñate, el 29 de agosto de 1839). A pesar de la paz, Espartero hubo de derrotar al general carlista Ramón Cabrera, en la zona del Maestrazgo, tras lo cual, la reina le concedió el título de Duque de la Victoria, y le otorgó el Toisón de Oro. Además fue nombrado Duque de Morella y Vizconde de Banderas.
  Las cuestiones políticas circulaban en paralelo a las cuestiones militares en la vida de Espartero.
  



Escudo de Granátula de Calatrava





   


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