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miércoles, 18 de julio de 2012

El Corral de Comedias de Almagro

El Corral de Comedias de Almagro es el único ejemplo de éste tipo de teatro que ha quedado conservado tal y como fue construido en el siglo XVII, y que además, sigue funcionando como tal.
    Según las crónicas y la documentación existente, fue Don Leonardo de Oviedo, a la sazón, vecino de la villa de Almagro y presbítero de la desaparecida iglesia de San Bartolomé el Viejo, quien solicitó en el año 1628, ante el ayuntamiento de Almagro, el permiso para la construcción del teatro. Le fue concedido el permiso y dio comienzo la construcción del Corral de Comedias el lugar que anteriormente ocupaba el patio del Mesón del Toro, aprovechando las obra de ensanche de la Plaza. El interior del Corral, fue construido a imagen del nuevo estilo que el ensanche había proporcionado a la misma, es decir, dos corredores, alto y bajo, cuyos techos y balaustradas se sostenían con pilares de madera. Según los datos disponibles, el propio Don Leonardo asegura haber gastado en la construcción del mismo algo más de 5.000 ducados o 1.875.000 maravedíes, no habiendo en ninguna villa un corral como el que él había construido en Almagro. 
   Del inicio de las representaciones en el recinto, la primera noticia que se tiene es de la obra que estrenó en 1629 Juan Martínez, a quien don Leonardo había prestado dinero para que pudiera montar la obra.
   A mediados del siglo XVIII, los corrales de comedias empiezan a ser prohibidos por las autoridades, como consecuencia, entre otras cosas por la falta de higiene en los mismos, desórdenes públicos habituales, riesgo de incendio, etc... . Mucho corrales acabaron por desaparecer, pero el de Almagro consiguió sobrevivir reconvertido en mesón y más tarde en posada. por lo que se le conocio como Mesón de la Fruta y Posada de las Comedias.

   Tras muchos años de dejadez y abandono, en el que el recuerdo de la comedia desapareció, en el año 1950, durante unas obras en el edificio, es hallada una baraja de naipes pintada a mano datada en el siglo XVIII. La baraja y otros documentos hallados en el lugar fueron entregados al alcalde de Almagro, que a su vez los entregó al gobernador civil. Gracias a la baraja y esos documentos, se pudo deducir que el edificio había sido utilizado como corral de comedias. Así fue como se iniciaron una serie de trabajos en los que apareció el escenario. En ese momento se decidió la recuperación del Corral de Comedias, por lo que se emprendieron una serie de actuaciones como la expropiación de las distintas partes y posterior restauración del edificio. Finalmente, en el año 1952, el Corral es inaugurado después de un magnífico trabajo, siendo devuelto a la cultura y a la sociedad, un magnífico referente de la cultura española de los siglos XVII y XVIII.

Tinker