Vista aérea del castillo de Alarcos |
Si hay un lugar en el Campo de Calatrava que puede atesorar un gran pasado histórico, ese es sin lugar a dudas el Cerro de Alarcos. Situado a escasos cien metros del curso del Guadiana y con una altura máxima de 685 metros, es un lugar de fácil defensa, por lo que no es de extrañar que el yacimiento haya estado ocupado desde tiempo inmemorial. Además desde el mismo cerro se controlaba el mismo río, además de los pasos naturales hacia el sur y el levante de la Península.
Las primeras manifestaciones de ocupación humana se remontan a la Edad del Bronce Pleno (entre el 1700 y el 1400 a.C.). Hacia el s. IX a.C. (final de la Edad del Bronce y principio del Hierro I) el asentamiento se extiende por el resto del cerro. Se cree que el lugar se identifica con el de la ciudad de Larcuris o Larcurris, mencionada por Claudio Ptolomeo en su obra Geografía como un "oppidum" íbero de gran importancia en la zona de la Oretania.
La cantidad de cerámica encontrada en el yacimiento de esta época da una idea de la extensión del poblamiento, de unas 12 ha. El asentamiento íbero está formado por barrios, cuyas casas están edificadas alrededor de calles, cuya vía principal está losada con lajas de piedra caliza. Las viviendas eran construidas con un zócalo de piedra, con el alzado de adobe y con una techumbre de materia vegetal.
En cuanto a la cerámica encontrada en el yacimiento, se puede catalogar en varios tipos:
La cantidad de cerámica encontrada en el yacimiento de esta época da una idea de la extensión del poblamiento, de unas 12 ha. El asentamiento íbero está formado por barrios, cuyas casas están edificadas alrededor de calles, cuya vía principal está losada con lajas de piedra caliza. Las viviendas eran construidas con un zócalo de piedra, con el alzado de adobe y con una techumbre de materia vegetal.
En cuanto a la cerámica encontrada en el yacimiento, se puede catalogar en varios tipos:
- La cerámica impresa, muy común en el yacimiento y en otros de la zona. Es una cerámica de uso cotidiano y su decoración suele encontrarse en el borde de los recipientes.
- La cerámica de mano sin decoración, es la más común del yacimiento. Se trata de cerámica muy sencilla de una elaboración más o menos fina y con varios tipor de acabado.
- La cerámica de retícula bruñida es típica de la producción local y sería catalogada como tartésica precolonial. Decorada mediante el uso de un instrumento punzante, realizando la decoración antes de la cocción.
- La cerámica de almagra se caracteriza por haber recibido antes de su cocción un engobe rojo, tanto por una cara como por ambas.
- La cerámica pintada hallada en Alarcos es de una gama demasiado extensa como para ser descrita de forma más pormenorizada.
- La cerámica grafitada también ha sido encontrada. Es una cerámica que ha sido recubierta por una capa de grafito que le da un aspecto gris brillante.
- La cerámica con incrustación de bronce es poco común en el lugar, con apenas tres piezas, que se cree estaban dedicados a usos funerarios.
Una pieza destacable del arte hallado en el yacimiento el la llamada esfinge de Alarcos. Se trata de una pieza tallada en piedra caliza que data de los siglos III ó IV a.C. Representa un animal fantástico, con cuerpo de felino y alado, al que le falta la cabeza. Es muy posible que estuviese adosada a algún tipo de monumento funerario, ya solo está tallada por un lado.
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